Sofía González Gil estrena esta noche "Así de simple". Es la hija del destacado director Manuel González Gil, un título que, lejos de condicionarla, la insta a compartir su trabajo con sus allegados.
“Quizás de más chica podía sentir un peso al ser ‘la hija de’, me asustaban las expectativas que eso generaba. Ahora ya no lo vivo así”, señaló a LA CAPITAL la directora de teatro Sofía González Gil, quien estrenará esta noche la comedia “Así de Simple (no sé quién sos pero te sigo buscando)”. La función será a la gorra, dentro del ciclo La Banda de la Gorra que puso en marcha el centro de arte Radio City Roxy Melany (San Luis 1750). Se la verá allí todos los miércoles del verano.
Cabe señalar que la obra viene precedida por el éxito que le otorgaron tres temporadas en el Teatro El Método Kairós de Capital Federal.
Sofía es la hija de Manuel González Gil, destacado director de teatro que, este verano, lleva adelante “El show de la menopausia”. Y ese vínculo, lejos de presionarla, la estimula. “Todo lo que trae ser de familia de artistas me parece hermoso. Poder compartir con mi familia mi trabajo, el amor por lo que hacemos, aconsejarnos, apoyarnos. Lo vivimos con mucha naturalidad y disfrute”, señaló la actriz y directora.
En la pieza, que aborda la historia de una pareja a punto de separarse, actúan Ignacio Bresso, Julia Dorto, Francisco González Gil, Magdalena Pardo, Lala Rossi y Jorge Seleme. Y sobre el sistema a la gorra, González Gil indicó que “no hay un valor estipulado, sino que cada espectador, al finalizar la función, puede poner en una caja lo que considere que vale lo que vio”.
-¿Cómo aparece esta obra?
-“Así de simple” surge de una observación de nosotros mismos y de los otros. De pensar en la cantidad de voces internas que tenemos y cuáles son las que permitimos salir y cuáles no. La escribimos junto a Ignacio Bresso después de muchos años de amistad, en los cuales compartimos muchos puntos de vista acerca del amor, el desamor y los pensamientos contradictorios de cada uno.
-¿Cuál es la historia?
-Es la historia de una separación. De una pareja que no puede funcionar, no por falta de amor sino por otro montón de aspectos que rondan su vínculo. Cada personaje está interpretado por tres actores: uno representa la faceta más racional de la personalidad, el otro la más emocional y el otro la social. De este modo podemos ver todos los pensamientos dentro de la cabeza de cada uno en muchas escenas cotidianas de un vínculo de pareja. Son muchas las parejas que dejan de estar juntas aunque sigan queriéndose profundamente. “No alcanza sólo con quererse” es una frase de la obra que la representa. Las escenas son muy reconocibles, situaciones clásicas de pareja, de seducción, de convivencia y también de desgaste. Los espectadores suelen sentirse muy identificados con ambos personajes.
-¿Plantea alguna novedad desde la puesta en escena?
-El hecho de que sean sólo dos personajes interpretados por seis actores presenta un desafío, de poder contar una historia de dos con muchos actores que están constantemente en escena. La historia, además, no está contada en orden cronológico. Comienza con la separación y continúa sin seguir ningún orden lógico. Son escenas de su vida cotidiana elegidas para mostrar la evolución de su vínculo.